En el verano de 2019, realizamos una intervención arqueológica en el Castillo de Benidorm. Dicho yacimiento resultó ser muy interesante para los habitantes de la ciudad tanto por el descubrimiento del castillo como por el levantamiento de un lugar tan emblemático como era el mirador. Junto a la Concejalía de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Benidorm, decidimos ofrecer unas visitas guiadas a todo aquel que quisiera asistir al yacimiento.
Lo planteado en un principio era ofrecer dos días de visitas, 22 y 23 de agosto en grupos de 15 personas y una duración de 20/25 minutos pero ante tanta participación ciudadana se decidieron ampliar tres días más.
Las visitas constaban en realizar un recorrido por todo el yacimiento explicando la historia de este, desde sus inicios hasta su destrucción, enseñando los resultados obtenidos durante la intervención.
En el inicio de la visita, se explicaba la geografía del lugar, como se había formado la Punta del Canfali y por qué el castillo se ubicó en esta zona, todo esto apoyado por imágenes aéreas e históricas de la zona. Una vez explicado esto y contestando a las posibles preguntas que tuvieran los visitantes, continuábamos por las míticas escaleras de lo que era el mirador o “Ventana al Mediterráneo” y nos adentrábamos en el yacimiento, notando cómo los visitantes se sentían molestos, incrédulos o impresionados ante la nueva vista que ofrecía el yacimiento.
La cita continuaba con la explicación de las diferentes estancias del yacimiento mediante un recorrido pactado y seguro para los asistentes, apoyado por imágenes para una mejor visualización de lo explicado. Una vez finalizaba el recorrido, pasando por las diferentes estancias, por las Torres y la sensación del yacimiento, el aljibe, en una mesa exponíamos los hallazgos más representativos, un busto de Cristo, las monedas, balas de plomo y la infinidad de caracoles encontrados… respondíamos las preguntas que hubieran surgido en esos momentos y dábamos la opción a quien quisiera de expresar sus opiniones en unos paneles especialmente pensados para ello.
Así pues, con los más de 700 participantes, se cerraron las jornadas con muy buenos resultados, con la sensación de un trabajo bien hecho y habiendo cambiado la percepción de los visitantes a positiva puesto que en un principio veían la intervención como algo negativo para el pueblo.
